PROINCA CONSULTORES lidera una iniciativa en Sevilla para la difusión de ideas, herramientas, metodologías, buenas prácticas sobre la gestión de proyectos. Para lo cual está organizando diversas actividades y jornadas con entidades punteras en esta materia.

En esta entrada se muestra la primera ponencia de las II Jornadas AEIPRO Sevilla, tituladas «Perspectivas en la Dirección de Proyectos». Éstas fueron organizadas por PROINCA CONSULTORES junto con la Catedra MP de la Universidad de Sevilla y la Asociación Española de Ingeniería de Proyectos.

Primera ponencia

La ponencia, realizada por Guillermo Montero, se titula «Claves para que las organizaciones se orienten a proyectos». La idea de la misma es mostrar un esquema de como llevar la cultura de la dirección de proyectos a las organizaciones mediante el uso de modelos de madurez.

La ponencia se divide en dos partes. La primera parte versa sobre los resultados de un estudio desarrollado sobre el uso de indicadores entre profesionales de la dirección de proyectos. La segunda da las directrices para el diseño e implementación de modelos de madurez para introducir la gestión de proyectos.

Modelo Delta de IPMA

La International Project Management Association (IPMA) propone un modelo basado en tres puntos para el desarrollo de la dirección de proyectos:

  1. Las personas deben ser competentes en dirección de proyectos, para lo que establece su modelo de competencias para personas (NCB).
  2. También las organizaciones deben ser competentes en dirección de proyectos. Esta organización publicó su modelo de competencias para organizaciones (OCB), que despliega un modelo de madurez.
  3. Por último, los proyectos deben ser excelentes. El tercer pilar se desarrolla en un modelo de excelencia en proyectos, con cierto paralelismo con los modelos de excelencia para las empresas.

Pasos para implementar un modelo de madurez para la gestión de proyectos

Los pasos para implementar los modelos de madurez:

  1. Identificar los aspectos críticos. Es decir, aquellos aspectos que consideramos relevantes para que en la organización se gestionen los proyectos adecuadamente. Se propone el uso del modelo OCB de IPMA.
  2. Definir la escala de madurez. En este caso se propone una de cinco valores, que suele ser la más habitual.
  3. Valoración de la situación actual, midiendo la madurez de cada uno de los aspectos identificados.
  4. Definir la situación deseada para cada uno de los aspectos.
  5. Establecer un plan de acción. Este plan de acción debe permitirnos llegar a la situación deseada a partir de la situación actual.