Las actividades que realizamos en cualquier proyecto tienen mayor o menor repercusión en el entorno. Esto implica que los profesionales que nos dedicamos a ejecutar proyectos deberíamos realizar una gestión responsable de proyectos.

gestión responsable de proyectos

La investigación realizada por los profesores Dra. Karen Thompson y el Dr. Nigel Williams, de la Bournemouth University, plantea como resultado el «manifiesto por una gestión responsable de proyectos«. Para más información se puede consultar los resultados de su publicación «A Guide to Responsible Project Management» en la web de Responsible Project Management.

A continuación publicamos este manifiesto, que hemos traducido al español, con la autorización de sus autores.


Manifiesto por una Gestión Responsable de Proyectos

Esta es una llamada para que los profesionales de proyectos amplíen sus funciones defendiendo un cambio beneficioso. Este Manifiesto tiene como objetivo ayudar a facilitar los intercambios que valoran:

  • Sensibilización sobre la ignorancia de los impactos de un proyecto.
  • Enfoques regenerativos y circulares sobre el consumo, los daños y los residuos.
  • Colaboración y compromiso sobre la competencia y el control.

Reconocemos que los programas y carteras de proyectos necesitan entregar productos, resultados y beneficios, pero a menos que todos cuidemos la naturaleza y las comunidades humanas, los proyectos contribuirán a la destrucción de la humanidad. Los firmantes de este Manifiesto están desarrollando y aplicando formas de gestión de proyectos que ofrecen un valor social, medioambiental y económico sin ninguna preferencia.

10 Principios Directores

Manifiesto para una Gestión Responsable de Proyectos

  1. Propósito. Identificar y entender los propósitos que sustentan los proyectos desde diferentes perspectivas.
  2. Sensibilización. Aumentar la toma de conciencia de los posibles impactos y consecuencias de un proyecto.
  3. Compromiso. Comprometerse con una amplia gama de actores y promover los intereses comunes.
  4. Curiosidad. Ser curioso, explorar y abordar la complejidad ética, los conflictos y los resultados no deseados.
  5. Incertidumbre. Reconocer las incertidumbres y fomentar la claridad y el intercambio de nuevos conocimientos.
  6. Anticipación. Anticipar los cambios, evaluar las opciones y promover une toma de decisiones responsable.
  7. Creatividad. Entender las necesidades de creatividad e innovación: dar paso a la imaginación.
  8. Transparencia. Favorecer la transparencia y el intercambio de opiniones, pensamientos y experiencias entre los actores.
  9. Responsabilidad. Promover la administración de los recursos humanos y ambientales y las consideraciones éticas.
  10. Equilibrio. Buscar el equilibrio entre las necesidades de las personas, planeta y beneficios; a corto, medio y largo plazo.

Creo que esta perspectiva complementa la perspectiva que hemos visto en otras entradas pasadas sobre proyectos excelentes, como ¿son tus proyectos excelentes?«.

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