Actualmente las empresas están sujetas a la necesidad de innovar permanentemente con el fin de hacer frente a las necesidades y demandas del mercado, cuya características fundamental es su constante evolución. La necesidad de innovación supone a las empresas una continua modernización si no quieren verse relegadas a un segundo plano y, en consecuencia, dejar de ser competitivas.

En este contexto, emerge una nueva gestión de la empresa donde los recursos humanos se configuran como activo principal de la organización y donde el principio de igualdad de oportunidades se convierte en eje conductor y se introduce como principio básico de la cultura de la empresa.

En este sentido, las nuevas tendencias en materia de gestión de recursos humanos y de organización empresarial introducen como elementos fundamentales, entre otros, la formación continua, la motivación, el desarrollo de un buen clima laboral o la conciliación de la vida familiar, laboral y personal, que se convierten en factores básicos para mejorar la productividad, pero también para atraer y mantener a personal cualificado.

La integración de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres está significando en la práctica una mejor gestión de la empresa, al centrarse en la actitudes y aptitudes de las personas e identificar necesidades y dificultades de partida de las mujeres derivadas, en buena parte, de estereotipos que han obstaculizado su desarrollo en las mismas condiciones y oportunidades.

Las instituciones públicas promueven la introducción de la igualdad de género en la gestión de los recursos humanos en el marco de las recomendaciones que la Comisión Europea realiza en torno a la Estrategia Europea para el Empleo, de la Constitución Social Europea, y a través de la elaboración de documentos específicos y líneas de financiación dirigidas a promover el desarrollo de estrategias de gestión de recursos humanos desde la igualdad de género.

Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo lleva años realizando recomendaciones a las empresas para que compartan las necesidades de la sociedad en la que desarrollan su actividad y asumen su responsabilidad en la normalización de la igualdad de oportunidades entres hombres y mujeres, como una acción a desarrollar activamente, no solo integrándola en la gestión de recursos humanos, sino promoviendo la sensibilización y difusión sobre la materia, tanto a nivel interno como externo.

La incorporación de las mujeres al mercado laboral ha supuesto un reto para las empresas, implicando un nuevo enfoque de las políticas de recursos humanos. La tradicional concepción de la división de los papeles de los hombres y las mujeres en la sociedad hace que sigan existiendo situaciones de desigualdad que intentan ser corregidas desde las distintas Administraciones Públicas mediante la promoción de la implantación de acciones positivas que compensen esos desequilibrios.

PROINCA, ha mostrado una especial preocupación por garantizar la Igualdad de Oportunidades entre las mujeres y los hombres integrantes de su plantilla, plasmando esta preocupación en el Plan de Igualdad vigente en la Organización, que desarrolla varias acciones y además en áreas tan importantes como la conciliación de la vida laboral y familiar y contratación, promoción, etc. Así, se incide expresamente dentro del ámbito de la Igualdad, en cuestiones tan relevantes como el acceso a la empresa, en la promoción, la formación, la retribución, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y en la prevención del acoso sexual y por razón de sexo. Para la elaboración de este Plan de Igualdad, previamente debe realizarse un exhaustivo análisis de la situación real de PROINCA en esta materia, llegándose a un diagnóstico de la situación de partida.

En esta línea, PROINCA también ha participado en el desarrollo en varias empresas de Diagnósticos de Igualdad, y Planes de Igualdad que derivan de estos diagnósticos. La participación de las empresas ha sido clave para generar planes estratégicos efectivos en esta materia en un horizonte plurianual, que elimine desajustes en esta materia y promuevan un enfoque igualitario en el interior de la Organización. El desarrollo de Planes de Igualdad en las empresas, ya está siendo positivamente valorado tanto ante licitaciones o concursos públicos como ante clientes, proveedores y terceras partes.

En definitiva, nos encontramos con una herramienta de trabajo que debe ser consensuada por todos los partícipes de la empresa, con un desarrollo plurianual y con vocación de continuidad, que pretende velar por la igualdad entre mujeres y hombres.