Ayer comencé la implantación de un sistema de gestión de la calidad, según UNE-EN-ISO 9001:2008, dentro del departamento de administración de una entidad pública.
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A priori, un proyecto sencillo, cuatro personas, procedimientos de trabajo, perfiles definidos y publicados, compromiso de la dirección, buen ambiente, etc. Pero aquí el cliente, no es un cliente externo. Los clientes son el resto de trabajadores de la organización, los proveedores y, puede ser que, la Administración.
Otro enfoque distinto, los procesos de apoyo (compras, gestión de recursos, …) son procesos clave.
En la primera reunión empezamos a establecer una política de calidad, que corresponde a la política de un departamento y es independiente del resto de la organización.