Los costes asociados a la infraestructura y materias primas para el desarrollo de la actividad, los ratios de personal que deben cumplir las organizaciones para conseguir y mantener su acreditación, y la gran variedad de requisitos legales de aplicación que suelen conllevar la necesidad de gastar recursos para su cumplimiento, son algunos de los aspectos que hacen que los centros asistenciales como Residencias y Centros de Día de personas mayores y personas con discapacidad, cuyos ingresos son limitados y en demasiadas ocasiones discontinuos, se enfrenten a un difícil equilibrio presupuestario.

A continuación se exponen algunas claves que funcionan como resortes que inclinan a los centros hacia la rentabilidad:

  1. El cuadro de mandos. Desarrollar y mantener una batería de indicadores completa permite detectar los sumideros de recursos y desviaciones incontroladas del gasto. Particularmente interesante resulta establecer el coste global por usuario de servicios de atención como por ejemplo manutención, transporte, etc. Manteniendo esta información actualizada se puede hacer un seguimiento objetivo de la evolución del gasto, y comprobar las consecuencias sobre la rentabilidad de decisiones y cambios en la atención, ya sean cambios organizativos, en materias primas, proveedores, y equipos.
  2. Informatización y tecnificación de la gestión. A pesar de que normalmente la tecnificación de los procesos requiere de un esfuerzo inicial nada desdeñable, a la larga establecer herramientas informáticas de gestión técnico-administrativa de la atención ahorra tiempo del personal técnico y de atención directa, mejorando la calidad del servicio prestado y la rentabilidad de los recursos humanos. Existen en el mercado muchas y variadas herramientas para este fin. Conviene detenerse en los detalles a la hora de elegir entre estas herramientas puesto que no todas tienen las mismas funcionalidades y no todos los centros tienen las mismas expectativas sobre ellas. No son pocos los casos en los que las entidades realizan el esfuerzo económico correspondiente pero la implantación de esta herramienta se ve frustrada por el volumen de trabajo que supone ponerla en marcha, porque no se consigue adaptarla a las necesidades del centro, o porque el servicio contratado no proporciona el suficiente asesoramiento, guía, o acompañamiento en la adaptación.
  3. Diseño de procesos y atribución clara de funciones, tareas, y responsabilidades. Un concienzudo análisis y replanteamiento periódico y colectivo de los procesos y áreas de atención puede desembocar en decisiones que permiten economizar la gestión. Dentro de este análisis resulta clave establecer, delimitar, y programar claramente las funciones y tareas diarias para que las personas trabajen de manera más eficaz y ordenada, sacando mayor rentabilidad a su tiempo de trabajo. En relación a esto, es muy recomendable programar y atribuir tiempos de ejecución a las diferentes tareas o actividades del personal de atención directa para después hacer un seguimiento, que no fiscalización, de su cumplimiento.
  4. Optimización de servicios contratados. Al contrario de lo que podría parecer, buscar los proveedores más baratos para cada servicio a contratar no es la opción más rentable. Existen en el mercado empresas de servicios que ofrecen soluciones integrales para un amplio abanico de requisitos legales a cumplir, ya sean derivados de las instalaciones, de la actividad, etc. Estamos refiriéndonos a aspectos tales como el control de plagas, mantenimiento contra incendios, cumplimiento LOPD, seguridad alimentaria, Laboratorio, etc. Con la contratación de estas empresas se dispone de interlocutor único y precios ajustados puesto que se optimizan visitas y tiempo de trabajo.

En Proinca Consultores, después de más de 20 años colaborando con las organizaciones del sector, estamos convencidos de que la rentabilidad se puede, y se debe, traducir en calidad del servicio. La rentabilidad permite optimizar y redirigir los recursos disponibles hacia los aspectos importantes de la atención, hacia la calidad en la atención.

Manuel Martínez Bustamante

Director de Proyectos – Proinca Consultores