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Implantación de la Metodología AMFE | Guía UNE-EN IEC 60812:2018

Descubre cómo la implantación de la metodología AMFE según UNE-EN IEC 60812:2018 optimiza la gestión de riesgos en tu empresa. Guía práctica y roles clave.

La búsqueda de la excelencia operativa y la minimización de riesgos es una constante en el mundo empresarial actual. En este contexto, la implantación de la metodología de Análisis de Modos de Fallo y Efectos (AMFE) emerge como una herramienta indispensable. Pero, ¿cómo se implementa de manera efectiva para que realmente marque la diferencia? La respuesta se encuentra en la norma UNE-EN IEC 60812:2018, que ofrece un marco robusto y sistemático para su aplicación. Esta norma no solo es una guía, sino la clave para transformar la gestión de riesgos en una ventaja competitiva.

Comprendiendo el AMFE y la norma UNE-EN IEC 60812:2018

El AMFE es una metodología proactiva cuyo propósito fundamental es identificar cómo un ítem (ya sea hardware, software, un proceso o una acción humana) podría fallar en el cumplimiento de su función. Al comprender estos «modos de fallo», sus causas y los efectos resultantes (tanto a nivel local como global), las organizaciones pueden determinar los tratamientos necesarios para mitigar dichos fallos.

La norma UNE-EN IEC 60812:2018, adoptada en España, representa una revisión técnica significativa de su predecesora de 2006. Esta actualización amplía la aplicabilidad del AMFE y refina sus métodos, consolidándose como el documento de referencia global. Es importante destacar que la norma utiliza el término AMFE para englobar también al Análisis de Modos de Fallo, Efectos y su Criticidad (AMFEC), que prioriza los modos de fallo en función de su importancia, utilizando como mínimo la severidad de sus consecuencias.

Roles clave para el éxito de la implantación de la metodología AMFE

La correcta ejecución de un AMFE requiere de una clara definición de roles y responsabilidades. La norma establece los siguientes perfiles esenciales:

La colaboración efectiva entre estos roles es fundamental para asegurar un análisis integral y la implementación exitosa de las acciones correctivas.

Fases Metodológicas: Guía para la Implantación del AMFE

La norma UNE-EN IEC 60812:2018 estructura la metodología del AMFE en tres fases principales: planificación, ejecución y documentación.

Fase I: Planificación del AMFE

Una planificación meticulosa es el cimiento de un AMFE eficaz. Los pasos cruciales en esta fase incluyen:

Fase II: Ejecución del AMFE

Esta fase es el corazón del análisis, donde se profundiza en cada elemento de forma iterativa:

Fase III: Documentación del AMFE

El análisis debe ser documentado y reportado conforme a lo acordado en la planificación, asegurando un registro claro y auditable de todo el proceso y sus conclusiones. Esta documentación es vital para la trazabilidad, la toma de decisiones futuras y la mejora continua.

Análisis de Criticidad: Priorizando los riesgos

El AMFEC incorpora métodos de análisis de criticidad para priorizar los modos de fallo y asignar los recursos de manera eficiente. La norma destaca varias técnicas:

Adaptación y aplicaciones: La versatilidad del AMFE

Una de las mayores fortalezas de la norma UNE-EN IEC 60812:2018 es su énfasis en la adaptación (tailoring). El AMFE no es un procedimiento rígido; debe ajustarse a los objetivos, la industria y el contexto específico de cada aplicación. Esto implica considerar factores como el enfoque del análisis (desde las funciones de alto nivel del sistema – top-down – o desde los componentes más básicos – bottom-up), así como la madurez del diseño y el grado de innovación.

La versatilidad del AMFE se manifiesta en su aplicación en diversos campos, incluyendo:

Conclusión

La implantación de la metodología AMFE, siguiendo las directrices de la norma UNE-EN IEC 60812:2018, es un paso fundamental para cualquier organización que busque optimizar su fiabilidad, seguridad y eficiencia. Al proporcionar un marco genérico y flexible, esta norma permite a los profesionales identificar y gestionar proactivamente los riesgos de fallo en productos y procesos. La clave del éxito radica en una planificación rigurosa, una ejecución detallada, una documentación exhaustiva y una adaptación inteligente a las necesidades específicas de cada contexto.

¿Cómo cree que la aplicación sistemática del AMFE podría transformar la gestión de riesgos en su organización?


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