Hoy en día, cualquier consultoría de gestión o de negocios debería incluir su parte correspondiente de tecnología. El consultor debe aportar una solución global que implica los siguientes puntos:
  1. Un análisis de los requisitos del cliente. Cada proyecto es nuevo, incluso cuando se trata de un mismo cliente o un proyecto muy similar a uno anterior. Por lo que el consultor debe hacer un análisis de lo que necesita el cliente para poder darle con posterioridad una solución. En función del tipo de proyecto que se trate el análisis debe enfocarse de una u otra manera, pero en cualquiera de los casos debe incluir tecnología, formación necesaria, nivel de compromiso de la dirección, participación de los empleados y los requisitos propios del tipo de proyecto (ya sea una consultoría para un plan estratégico, para marketing, para implantar un sistema de gestión, …).
  2. Un concepto claro. Esto supone desarrollar una herramienta a partir del análisis anterior que sea con un enfoque claro desde un punto de vista conceptual, que establezca herramientas o técnicas simples y concretas (benchmarking, crm, iso9001, modelos de competencias, cuadro de mando, …, el que sea o una combinación de varios).
  3. Una aplicación a medida para el cliente. La consultoría es como un traje a medida y el consultor es el sastre. Ya se han tomado las medidas (paso 1), ya tenemos los patrones (paso 2), pero ahora tenemos que ajustarlo al cliente para que el traje quede perfecto. Existen soluciones más o menos globales, pero requieren mucho trabajo y esfuerzo por parte de la empresa. En realidad por un precio similar, se pueden conseguir soluciones concretas y, sobre todo, aplicadas a la realidad de un proyecto o cliente concreto.
  4. Una tecnología de apoyo al proyecto. Si bien existen proyectos que llevan acompañados necesariamente una aplicación informática (CRM, ERP, Cuadro de Mando, …), cualquier proyecto de consultoría debería ir acompañado de una tecnología de apoyo. Estas pueden ir desde una simple lista de correos, un blog hasta una aplicación a medida desarrollada para el cliente o para el proyecto, pasando por el uso de plataformas de formación, wikis, duplicaciones para gestión de proyectos, … En nuestro caso, por ejemplo, nos gusta implantar los sistemas de gestión (iso9001, iso14001, …) con una aplicación informática que permita un seguimiento en tiempo real del proyecto.
  5. Una formación adecuada al cliente. Tom Peters decía que el éxito de una empresa depende de tres pilares: formación, formación y formación. Todas las empresas, todas las organizaciones, en cuanto que están formadas por personas, son reacias a los cambios. Resulta imprescindible formar a los participantes de la empresa en el proyecto de consultoría para sensibilizar e implementar las soluciones conceptuales, la aplicación del proyecto, la sistemática de trabajo, la tecnología que se va a utilizar, etc.